Esta población, situada en el alto norte de las tierras libres, mantiene su estoicidad en el tiempo y, al igual que el propio reino, habiéndose vista relegada al más puro olvido.

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En el valle de Tor, dónde la nieve suele recubrir durante gran parte del año sus suelos, reside el ancestral Yggernyw, el árbol de la tierra, el Nexo de Vel y sus habitantes.

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Tras el descubrimiento realizado por Benor, Reine Tor se fundó sobre los cimientos de una pequeña colonia de duros indígenas. Estos, junto con los más devotos a Vel, fundaron el pueblo y fueron nombrados guardianes del Nexo. Su único propósito era, pues, la preservación de este.

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Tras el hundimiento del reino y el gran Templo de los sensitivos, cayeron en el más absoluto ostracismo. Sus gentes comenzaron a olvidar todo aquello que fueron, siendo reacios a creer en aquellos antiguos cuentos sobre magia o, como solían decir aquellos antiguos visitantes; la sensibilidad.